Bajo este título encontraran dos líneas de pensamiento para alcanzar tener una huerta que les resulte en una experiencia que los nutra sea por los alimentos que en ella crezcan y por el conocimiento de las relaciones de los seres vivos que allí, deberán estar en una relación, lo más armónica posible.
Una de ellas podríamos caracterizarla como “costosa” y la otra como la “económica”, en la primera “importamos” un grupo de elementos a su jardín y en la segunda partimos de aceptar el estado “actual” de su suelo y que se deberá hacer con el para que sea un suelo más apto para una huerta.
Sobre las hortalizas y demás productos de nuestras huertas, la primera idea necesaria consiste en comprender que “nuestras verduras” resultan de un conjunto de especies que fueron “importadas” por diversos viajeros y aun hoy se sigue haciendo. Lo cual nos coloca en la situación de tener que conocer de donde es originaria una determinada hortaliza y luego poder “prever” con algo más de tino, que se debería esperar de ellas en nuestro huerto.
Veamos un ejemplo: La acelga es una especie nativa del mediterráneo y en particular, suelos salados, áridos (poco agua) he visto a los hortelanos locales que suelen realizar surcos a 40 centímetros, como abono usan cama de ave y poca, respecto de lo utilizado con otras especies. Y suelen, mantener una cosecha continua de hojas, en cuanto toma un tamaño suficiente, para armar los atados con las mismas. Suelen preferir las de pencas anchas ya que son más resistentes a los vientos y fuertes lluvias. Aunque, si el suelo no escurre bien al exceso de agua, las hojas padecen de un aspecto análogo a la presencia de roya, marcas redondeadas y rojizas, también otro tipos de hongos (que todos necesitan de que las hojas se mojen con agua para desarrollarse) como también ese aspecto remite a cuando el suelo escurre mal, en donde el exceso de agua y la falta de “aire” en el suelo y la posterior poda de raíces, por contracción en suelos arcillosos, someten a distintos grados “stress” de los cuales podrá sobrevivir la planta pero, sus hojas se malograran. Al exceso de nutrientes, responden con crecimiento vigoroso, así, que el exceso de agua o de riego, será el que define “a una mala experiencia”.
Como con los hongos, todos los ciclos reproductivos de los insectos, responden por, su participación el clima que antecede a las temporadas de lluvia y en aquellas especies que se organizan en colonias, por su necesidad de almacenar alimento con antelación a las lluvias.
Y, concluyendo con este ejemplo, todos uds deberán ejercitarse en tener una calidad de observación que sea “lo más amplia” que uds se permitan ejercer. Ya que, con esa forma de actuar muchas veces reaccionaran a tiempo de prevenir “alguna catástrofe” y cuando no sea así, como mínimo tendrán un mejor saber como para afrontar futuras situaciones.
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